Estrena otra vez: Silencio en la Tierra de los Sueños

En día pasados los productores de la película Silencio en la Tierra de los Sueños, me invitaron a una proyección privada de esta película que representa a Ecuador en los premios más afamados de cine, Los Oscars.

Cuando fui a la rueda de prensa en octubre, me pareció una apuesta muy arriesgada. Me gusta ir al cine a distraerme y no vivir o re-vivir, realidades que vemos en los noticieros amarillentas de la televisión. Hace varios años, tuve una época muy intensa de cine "independiente" y veía tanta "realidad" de los sectores marginales por así decirlo: el típico chico drogadicto, la prostituta, los pobres, las calles mal tenidas y todos esos temas históricos de épocas -especialmente en América Latina: dictaduras, militares, desaparecidos, corrupción máxima. Me harte! Vi tanto cine sobre estos temas que simplemente empecé a amar lo llamado "Hollywood".

Como amante de la fotografía, siempre ha sido un aspecto que miro mucho en el cine y lo disfruto más. Y para que no me mal entiendan, en las películas caracterizadas por los elementos antes mencionados, la fotografía me encantaba en la mayoría de los casos. Sin embargo, cuando vemos fotografía en "Hollywood" más los efectos visuales que son fabulosos, cada vez más abandonaba el cine independiente.

Esta película realizada por Tito Molina y con producción de Miguel Salazar y Xavier Barona, me intrigó porque en la rueda de prensa ya mencionaron que no tiene diálogos, aunque Molina aclaró que no es cine mudo. Entendí que el hilo conductor de la historia debía estar en la mente de su protagonista. Vi los cortos y toda la información que nos entregaron y con mi equipo de trabajo dijimos: esto es bien arriesgado y lanzar en Ecuador, quién aguantará 94 minutos de esto? dijimos: tenemos que ir bien despiertos para no dormirnos!

Y cuando los entrevisté para MarketingActivo, por supuesto con una mirada marketera, poniendo los temas de la industria en la mesa y conversando de la estrategia de comunicación que le han dado a la película, la ventaja de tener La Facultad de tras y con esto, ser publicistas toda la vida. Era obvio que mi intriga crecía.

Debo decir en honor a la verdad que luego de un día largo de trabajo fui a Cumbaya en el tráfico de Quito. Pareció que me estaban esperando (aunque no en realidad) para empezar, no tuve tiempo de comprar cangil, me senté en la sala; los involucrados dieron sus cortas y breves palabras y arrancó la proyección a las 20h20 aproximadamente. Pensé: me fregué, voy a dormirme. Sin embargo, toda una amante de "Hollywood" empezó a disfrutar de una película muda prácticamente. Los diálogos están implícitos con los programas de tv que observa la protagonista, los músicos (un trio espectacular de guitarras) y por último el perro.

El hilo de la película te lleva y te trae, te involucra y te concede el espacio de preguntarte: terminaré así? La soledad, una realidad que a todos nos puede pasar, vivirla bien o mal, no es la cuestión en la película, es simplemente la protagonista y su experiencia, sus escapes que son sus sueños y su vida cotidiana. Me involucró tanto que solo pensaba... y ahora? ...que le va a pasar?

Una realización que muchos expertos en cine tendrán mucho más que decir que yo, sin duda, pero lo que yo digo es simplemente lo que me parece desde un punto de vista de consumidor final: el exportador simple y sencillo que algo de cine sabe, algo de foto conoce y disfruta del arte cinematográfico. Luego de que la vean, les invito a que aquí compartan lo que les parece. Yo la disfruté. Y me alegro que más allá de cualquier crítica o situación, Ecuador tenga esta película como candidata, veremos si pasa a los finalistas. Sería excelente por el país y abriría muchas puertas para todo el cine ecuatoriano.

María Belén Tinajero B.